Como psicopedagoga y apasionada por el estudio de la empleabilidad en personas con discapacidad me parece fundamental resaltar y difundir el conocimiento en este campo. En el siguiente articulo haré un recorrido por la evolución conceptual de la discapacidad intelectual, el desarrollo de la inserción socio laboral y los procesos de orientación en la actualidad.
El desarrollo en la conceptualización sobre la discapacidad ha demostrado su evolución no solo en el termino sino en la percepción reciente que se tiene del colectivo. Se puede afirmar que la discapacidad es el resultado de las interacciones entre las condiciones individuales de la persona con los ámbitos del contexto social, económico, cultural, educativo y político, la discapacidad es la interacción y desarmonía entre el individuo y el entorno.
La Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud- CIF de la OMS en 2001 define la discapacidad como un proceso no deficitario al retomarlo desde la perspectiva ecológica. Las recientes concepciones sobre la discapacidad han permitido que a través de un carácter holístico se aborden diferentes dimensiones de la persona, dimensiones que posibilitan que la sociedad desarrolle una visión inclusiva donde la capacidad prima sobre el estigma y por lo tanto se presente una mayor aceptación en el campo laboral que aporte a la integración e inclusión de las personas.
Las dimensiones expuestas por la AAIDD (Asociación Estadounidense de Discapacidades intelectuales y del desarrollo) marcarán un camino para captar la adaptabilidad y desarrollo de una persona con discapacidad en el entorno laboral desde un modelo teórico multidimensional donde se deben tener en cuenta las habilidades intelectuales, la conducta adaptativa, la salud, la participación y el contexto, planteando que los apoyos al colectivo se dan a partir del reconocimiento del entorno y el individuo, desde una perspectiva socio ecológica.
Dentro del desarrollo de los apoyos y destacando una visión holística y multidimensional, el orientador debe tener en cuenta la calidad de vida de la persona, su opinión, sus gustos, deseos o inconformidades para favorecer una intervención basada en el individuo que en conjunto con su entorno posibiliten una aproximación satisfactoria a las habilidades laborales. Un empleo con apoyo donde el trabajo en red entre empresas, terapeutas, psicopedagogos, familia y el individuo faciliten la adaptación social y laboral para finalmente establecerse y evolucionar en el empleo, la viabilidad de la intervención en gran medida viene dada por el compromiso de las personas que rodean al individuo en el ambiente laboral.
En este sentido el orientador también es participe del desarrollo pre-vocacional, se ha descrito que las personas con discapacidad tienen dificultades que se han asociado con fallos en habilidades personales (Dunham, Multon y Koller, 1999), como orientadores tenemos la oportunidad de intervenir fomentando las prácticas en las mediaciones educativas desde el aula para el desarrollo de las habilidades personales, sociales y adaptativas.
Ser conscientes que la intervención socio laboral se encuentra en constante evolución teniendo en cuenta que el proceso continua después de la adquisición del trabajo, se mantiene un continuo acompañamiento en el desarrollo de la carrera y la valoración de las mejoras en las competencias, por lo tanto, se plantea que antes y después de la inserción laboral se sigan fomentando las relaciones interpersonales, la autonomía, el fomento de las capacidades, el desenvolvimiento social, la obtención de habilidades y aprendizajes personales para que en conjunto con las influencias del entorno se posibilite la madurez vocacional en las personas con discapacidad.